marți, 13 decembrie 2016

Vânăta, de Eduardo Galeano (asculta si citeste)



La berenjena (por Eduardo Galeano)


Instrucciones para triunfar en el oficio.

Hace mil años, dijo el sultán de Persia:

— Qué rica.

Él nunca había probado la berenjena, y la estaba comiendo en rodajas aderezadas con jengibre y hierbas del Nilo.

Entonces el poeta de la corte exaltó a la berenjena, que da placer a la boca y en el lecho hace milagros, porque para las proezas del amor es más poderosa que el polvo de diente de tigre o el cuerno rallado de rinoceronte.

Un par de bocados después, el sultán dijo:

— Qué porquería.

Y entonces el poeta de la corte maldijo a la engañosa berenjena, que castiga la digestión, llena la cabeza de malos pensamientos y empuja a los hombres virtuosos al abismo del delirio y la locura.

Un insidioso, de esos que nunca faltan, comentó:

— Recién llevaste a la berenjena al Paraíso, y ahora la estás echando al Infierno.

Y el poeta, que era un profeta de los medios masivos de comunicación, puso las cosas en su lugar:

— Yo soy cortesano del sultán. No soy cortesano de la berenjena.

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